"La profe querida del alma.
A los 18 años empecé a tomar clases con mi profe querida del alma, que hace poquito se fue, Amalia Estevez. Mi gran referente, mi primera maestra. El canto es un entrenamiento muscular, es una gimnasia. Eso fue lo que más me apasionó. El hecho de entrenar, la respiración, articulación, la dicción, fortalecer la laringe para tener notas más agudas, más graves, volumen y proyección de la voz… todo esto apareció con ella y fue maravilloso. Es muy importante encontrar un buen maestro, que sepa guiar y formar una voz, sin lastimarla, cuidándola, con todo lo que eso implica.
El maestro es el 50%.
Si, totalmente. La confianza que se genera y esta cuestión de intimidad con él, porque en el canto se involucra un gran porcentaje de lo emocional. Se juega mucho con los miedos, angustias, alegrías, tristezas, las posibilidades, la frustración; TODO. El maestro tiene que entender esto y debe saber guiarte también desde ese lugar. "
A los 18 años empecé a tomar clases con mi profe querida del alma, que hace poquito se fue, Amalia Estevez. Mi gran referente, mi primera maestra. El canto es un entrenamiento muscular, es una gimnasia. Eso fue lo que más me apasionó. El hecho de entrenar, la respiración, articulación, la dicción, fortalecer la laringe para tener notas más agudas, más graves, volumen y proyección de la voz… todo esto apareció con ella y fue maravilloso. Es muy importante encontrar un buen maestro, que sepa guiar y formar una voz, sin lastimarla, cuidándola, con todo lo que eso implica.
El maestro es el 50%.
Si, totalmente. La confianza que se genera y esta cuestión de intimidad con él, porque en el canto se involucra un gran porcentaje de lo emocional. Se juega mucho con los miedos, angustias, alegrías, tristezas, las posibilidades, la frustración; TODO. El maestro tiene que entender esto y debe saber guiarte también desde ese lugar. "
- Extracto del reportaje realizado a la Cantante y Docente MARCELA AIBE, para el Boletín JUKEVOZ.
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