Clubes de oyentes en la era Facebook


Argentina.- "Espero que alguien reciba mi mensaje en una botella", clamaba un náufrago en el clásico de The Police. Tres décadas más tarde de ese pedido, la tecnología parece hacer peligrar el sentido de la metáfora: ¿quién puede escribir hoy algo en un papel, encerrarlo en recipiente de vidrio y lanzarlo con la esperanza de que alguien lo lea, si existen plataformas más prácticas e inmediatas de comunicación como el mail, el mensaje de texto o el muro del Facebook?

Desde ese último soporte, muchos oyentes de radio de Argentina comenzaron recientemente a reunirse en grupos autogestionados, como Perros de la Calle, Fans club de Basta de todo (Metro 95.1) -los dos programas más populares de estos espacios, con más de 10.000 "amigos" en promedio cada uno- o ¡Yo escucho los 40 principales! En estos sitios los integrantes comentan sus programas favoritos, comparten imágenes, música y videos y, sobre todo, alimentan su sentimiento de pertenencia -¿real? ¿virtual?- a un grupo de personas con afinidades en común.

Fuente: Clarin.com

"Nunca hubo una relación oficial con estos grupos, es una iniciativa de la gente", comenta Nicolás Harry Salvarrey, productor de Perros de la calle, el programa conducido por Andy Kusnetzoff, de lunes a viernes de 10 a 14 por la Metro (95.1). Y aclara que "nuestra participación en el mundo digital la hacemos vía nuestro blog". De todos modos, grupos como Que vuelvan las canciones locas en Perros de la calle, Yo me enamoré de la Cayetina y ¿Da para darse? son tomados en cuenta por quienes hacen Perros... cuando leen al aire los mails sobre las nuevas propuestas de sus oyentes en este espacio virtual, entran a Internet y hacen ellos también sus comentarios.

Casi en el otro extremo -aunque pegado en la programación de Metro- en Basta de todo (conducido por Matías Martín, lunes a viernes, de 14 a 18) admiten una fuerte vinculación con este incipiente ágora radial. "La idea es compartir con el oyente, por eso formo parte de algunos de esos grupos", dice Eduardo Massa Alcántara, más conocido como Cabito. "Es una forma que la gente tiene de acercarse a nosotros -explica-. Si quieren hablar con Facundo Arana, no tienen cómo hacerlo. Con nosotros pueden comunicarse por esta vía para decirnos qué les gusta o no del programa". Aunque existan falsos Cabitos -y falsos Ricardo Darín que le envíen su solicitud de amistad, según confiesa-, falsos Matías Martin y falsos Gabriel Schulz (el tercer conductor de Basta...), Cabito apuesta a la legitimidad de este espacio mayoritariamente joven y tecnológico.

Para Diego Levis, profesor titular de la UBA e investigador en nuevas tecnologías, la verdadera relevancia del Facebook para la radio radica en que "quienes hacen radio participen de estas propuestas. Estos espacios son un maravilloso termómetro de lo que pega más o menos entre los oyentes, pero si sólo intervienen éstos, se transforman en algo parecido a una charla de café y no representan la posibilidad de modificar los contenidos en base a lo que dice la gente". Y lo que la gente dice, si no la escuchan, puede parecerse bastante al mensaje de la botella que todavía espera alguna respuesta.

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