Julio Lagos, un periodista que sabe ir a la fuente


Argentina.- Todos los días, Julio Lagos se levanta a las dos de la mañana, se informa, lee los diarios nacionales y extranjeros por Internet, ¿desayuna? -si a ese horario está permitido llamarlo así-, se prepara para comenzar su programa por Radio del Plata , que va de 4 a 6 de la mañana, y sale a la calle. Sale a la calle y se queda allí. Porque Julio hace todo el programa desde la calle. No pisa el estudio de la radio, ni manda a un movilero a cubrir determinado acontecimiento. El mismo sale a recorrer los barrios.

Fuente: Ciudad.com.ar

Entrevista a almaceneros, colectiveros, taxistas, amas de casa que intentan comprar algo en la verdulería, gente que va a sus trabajos, y gente que no va a ninguna parte, porque desde hace tiempo está sin empleo. En periodismo dicen que hay que ir a la fuente, adonde se genera la información, que el termómetro real está en la calle, y Lagos, sin desperdiciar el tiempo ni valerse de intermediarios, va directamente hacia allí. "Muchas veces en la distribución de las noticias, por una cuestión industrial, y a veces voluntaria o involuntariamente, se modifica el concepto de lo que es la noticia. Acá lo que pasa lo cuenta directamente la gente", comenta Lagos y recuerda una de las tantas historias que suceden en el transcurso de su programa.

"Andaba por la Avenida Córdoba, al lado del paso a nivel, donde sobre el puente siempre hay unas pintadas con frases muy inteligentes, y mientras estaba contando eso, un colectivero que estaba parado esperando que se levantara la barrera, el conductor Sánchez, de la línea 151, se bajó del micro, y me dijo: 'Julio, hay que hablar de lo que pasa con los jóvenes, vos no sabés las cosas que yo veo en el colectivo, yo tengo dos hijos', e hizo todo un editorial reflexionando sobre el tema. Y el estar en la calle tiene eso. A veces vos no saliste a buscar esa nota, pero esa nota fue a vos", cuenta Lagos.

Uno de los programas que su audiencia no olvida fue la vez que Lagos junto a unas chicas de una ONG hicieron una recorrida por los lugares donde están los tugurios que manejan la trata de blanca en Buenos Aires. El periodista también cubrió en vivo varios incendios y procedimientos policiales. Ha reencontrado a personas que desde hacía tiempo se estaban buscando, ha contactado a gente que duerme en la calle con Juan Carr, de Red Solidaria, para conseguirles un techo. Y hasta le ha cantado el feliz cumpleaños en vivo, en la puerta de la casa a alguno de sus oyentes para quienes él, a esas horas de la madrugada, es su única compañía.

Todo ese trabajo, esa energía, ese ponerle el cuerpo a lo que hace y le gusta y ese estar alerta y atento a lo que pasa todos los días en la calle, le valió - hace apenas unos días - el premio ETER, en la categoría Revelación. Su programa, que cuenta con la producción integral de Rodear Producciones fue elegido por un distinguido jurado que supo ver todo el esfuerzo y originalidad de "Despierto y por la calle". Además, hace unos meses Argentores también lo premió por "iluminar con la radio el amanecer". Y por si fuera poco, su programa está segundo en audiencia en esa franja horaria.

¿Estás contento con los premios? "Los premios son importantes, sin duda, sobre todo para la radio, la empresa productora, para el mercado, yo no lo puedo negar, pero la sensación más extraordinaria es en la calle. Creo que lo que hace el programa también es ampliar el universo, porque sino en radio siempre hablan los mismos, en general, hay cien personas en el mundo de la información política, espectáculos, etc.. Acá, las fuentes se multiplican hasta el infinito. Porque nunca sabés quién va a hablar. Más allá de aquello que tenemos preparado, pero que muchas veces, en el mientras tanto del programa o no va, o cambian las proporciones. La verdad, estoy muy contento. Creo que en mi carrera -ya son casi 49 años de trabajo- lo más fructífero mas allá de los premios, es que vos te das cuenta cuando hacés algo que le dice algo a la gente y estamos para eso, no para otra cosa, ¿no? El único problema es que me tengo que levantar a las dos de la mañana todos los días, y tengo un poco cambiados los horarios, pero es entretenido, la paso bien y me divierto", concluye Julio, sonriendo.

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