Doblaje XXX


12.07.10 - Argentina.- "My wet crotch!". Como "ahora me lo venís a decir" de Juan Perugia, "no hay problema" de Alf, o "lo sospeché desde un principio" del Chapulín Colorado, el latiguillo corona cada actuación y se dedica a la platea que espera el remate. "My wet crotch!", repite ella, en inglés y en plan locutrola profesional, y en la pantalla la conejita acaba el sketch mientras se toca ahí (sí, ahí mismo), los labios dibujan en sincro las tres palabritas y el políglota entiende que habla de su húmeda entrepierna.

Fuente: Suplemento S!
Si la módica industria del porno criollo repasó los clásicos de la cultura pop para ofrecer sus títulos más ingeniosos (recordar Los pinjapiedras o Las tortugas pinjas), ahora el canal Playboy rueda en la Argentina para el exterior una versión hot de Amas de casa desesperadas, que podrá llamarse Housewives o Neighbourhood Rumours. En la ficción de ese country caliente, la castañita Eliza es la más casta de cuatro amigas pero. se está enamorando de Vivien, la vecina comehombres. Cuando espía por la ventana la asaltan unas irrefrenables ganas de tocarse y mientras la playmate argentina mueve la boca en la pantalla, la locutora Shumi Gauto (26) dobla al inglés sus parlamentos más sexcitantes (sí, el ya repetido "my wet crotch"). "No tengo que acabar: ésa fue mi primera pregunta para los productores", confiesa Shumi, voz de la cinta que está calificada como softporn: sin penetraciones en primerísimo primer plano. Aclara ella: "No es triple X".

Cierta nota de decepción se percibe en el tono de Shumi frente al doblaje de porno suave. "Con mi novio habíamos practicado la locución hardcore, el famoso 'oh, yeah, fuck my pussy, oh, yeah'", dice, pero la producción cumplió con el cliché de todo desnudo con ambición artística: "Es muy cuidado". Con categoría cinco estrellas, la parodia de Playboy se graba en Manzanares, el (falso) barrio privado que Pol-ka montó para la (fallida) versión nacional de Desperate Housewives. "Mis diálogos son unos sutiles 'mmm, aghh, mmm', los famosos gemiditos de 'no lo puedo controlar'", locuta Shumi, que llegó gracias a un casting retwitteado por un compañero de facultad: "La mayoría de las audiciones son 'necesitamos conductora para programa de hamsters en González Catán'. O 'buscamos modelos sin experiencia, enviar fotos de cuerpo entero a nico@hotmail.com'. Este parecía más interesante".

¿Y cómo llegaste?
Literalmente, íbamos tres compañeras de Locución y la dirección era Ravignani y Costa Rica. Llegamos, buscamos el número y era. la puerta de un telo. Dije "puta, nos cagaron". Y finalmente sale una chica y la frenamos. Le dijimos: "¿Vos también venís a un casting de Playboy?". Ella: "No, chicas. Las cagaron".

Parecía que te proponías para conejita.
¡Y ninguna de las tres tenía pinta de playmate! Al final, íbamos con el número equivocado. En el casting estaban Karin Cohen y otras locutoras conocidas. Nos dieron el guión, nos mostraron las escenas, sólo tuvimos que leer un ratito en inglés. Y después pregunté si tenía que acabar.

¿Qué opina tu familia?
Cuando me dieron el trabajo, le conté a mi viejo, que es un tipo bastante efusivo, y al toque me dijo: "¡Ya la estoy llamado a mi secretaria para que me instalen el canal Playboy!". Nooo. Le dije: "Soy la voz de una mina en concha, papá, no da". El: "Sí, sí, da". Yo: "Volvé a terapia, vas a ver que no da y por favor no les digas a tus amigos '¡mirá la nena adónde llegó!'".

Corte. El plan de grabación es exigente porque las cuatro amigas del country van a terminar presas, la voraz Vivien se acostará con el marido de Eliza y ella, en vez de enojarse, fantaseará con el trío ("seguramente terminen los tres viviendo juntos", arriesga la locutora). Hay que regresar al trabajo: en el monitor, la vecina calenturienta vuelve a tocarse ahí abajo y Shumi, frente al micrófono, se concentra para ponerse en personaje: "Mientras ella se manosea, yo me froto la panza".

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