02.03.10 - Argentina.- El último domingo de febrero, debuté como CuentaCuentos después de haber cursado el primer nivel del Taller coordinado por Claudio Ledesma -gran narrador que formó parte de nuestro Boletín allá por el 2007-.Confieso, que a pesar de mi experiencia como locutor, los nervios se hicieron presente en la tarde porteña del café Briochee Dorée, de la librería El Ateneo en la calle Florida. Pero quiero que entiendan mi perspectiva: nueve mujeres increíbles, de una personalidad descomunal y con experiencia en presentaciones públicas, intimidan a cualquiera.
A las 18.15 hs Claudio hizo la presentación formal y arrancó con el primer cuento. Luego, pasó un vaso con papelitos en donde estaban escritos nuestros nombres para dejar que el azar se encargara de determinar el orden de los oradores.
Las 9 mujeres fueron pasando, cada una con su estilo y con historias maravillosas y, como si todo jugara a mi favor, el último lugar me estaba esperando. Después de una maravillosa historia sobre los chicos y las palabras "prohibídas" llegó mi turno.
Allí, solo frente al público y al profesor, fue cuando ratifiqué mi profesión. Confirmé que todos esos años de práctica, no fueron en vano.
Allí, solo frente al público y al profesor, mi corazón se conectó con mi voz, para narrar una "Pequeña Historia de un Amor Grande", escrita por Alejandra Olivier Gulle.
Allí, solo frente al público y al profesor, yo ya no era el mismo. Creo que a todos nos pasó algo similar.
Nos habíamos recibido de CuentaCuentos.
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