23.11.10 - Argentina. La semana pasada dábamos la noticia sobre la no participación de la Argentina en el Convenio Marco para el Control del Tabaco. Parece que las voces que se alzaron en contra de esta medida fueron las suficientes, para que los legisladores de nuestro país redoblen la apuesta para ser una nación 100% libre de humo.
Un proyecto de ley con amplio consenso, firmado por 12 legisladores de distintos bloques, propone prohibir que continúen funcionando espacios para fumadores en bares, restoranes, shoppings, hoteles, salones de fiestas y el resto de los espacios cerrados con acceso público. La iniciativa da una vuelta de tuerca sobre la ley 1799, que entró en vigencia hace cuatro años y restringió la posibilidad de fumar en espacios cerrados, aunque dejó abierta la chance de habilitar lugares para fumadores en locales con una superficie mayor a 100 m2. Esa puerta, ahora se cerraría.
Un proyecto de ley con amplio consenso, firmado por 12 legisladores de distintos bloques, propone prohibir que continúen funcionando espacios para fumadores en bares, restoranes, shoppings, hoteles, salones de fiestas y el resto de los espacios cerrados con acceso público. La iniciativa da una vuelta de tuerca sobre la ley 1799, que entró en vigencia hace cuatro años y restringió la posibilidad de fumar en espacios cerrados, aunque dejó abierta la chance de habilitar lugares para fumadores en locales con una superficie mayor a 100 m2. Esa puerta, ahora se cerraría.
Fuente: Clarin.com
El proyecto obtuvo la última semana despacho en la comisión de Desarrollo Económico de la Legislatura. El dictamen consigna que el 12% del presupuesto de Salud porteño se gasta en enfermedades relacionadas con el tabaquismo.
Hasta la Legislatura ya llegaron objeciones de empresarios gastronómicos y hoteleros. Cuestionan una modificación de la ley tras un período tan corto de vigencia.
El legislador Helio Rebot (PRO) admitió que una posibilidad que se contempla es que el Estado indemnice a los dueños de bares o restoranes que construyeron espacios para fumadores, y ahora deberían desmantelarlos. Rebot redactó la ley 1799 junto a la hoy diputada nacional Paula Bertol y ahora impulsa endurecerla.
Aunque no hay registros oficiales de cuántos bares y restoranes cuentan con espacios para fumadores, Rebot dice que son sólo el 1%. “A los empresarios no les rinde hacer la inversión, porque la gente ya se acostumbró a no fumar en espacios cerrados. Hay restoranes llenos en sus espacios libre de humo y que tienen mesas libres en los lugares para fumadores, que se han vuelto antieconómicos”.
Su visión es relativizada por los empresarios. “No hay cifras, pero en la Ciudad existen 6.000 bares y restoranes y son muchos más de 60 los que tienen espacios para fumadores. Si se pierde plata, depende de la libertad del comerciante. Nosotros no opinamos del punto de vista sanitario del proyecto. Lo que lamentamos es que no nos hayan anticipado esto. La progresividad debe tener previsibilidad”, dijo Luis María Peña, vicepresidente de la Asociación de Hoteles, Restoranes, Confiterías y Cafés. Mariano Tarruella, directivo de la Asociación de Bares, afirmó: “La ley se cumple bien y pacíficamente. Nadie tiene problemas. No vemos que haya un reclamo social de modificarla. Y sí hay otras urgencias en este momento”.
Los empresarios plantearon dos alternativas si se sanciona la ley: que se indemnice a quienes construyeron lugares para fumadores o que se otorgue un período de transición de tres o cuatro años hasta tanto entre en vigencia la ley.
En el proyecto en cuestión, se prevé un período de sólo seis meses desde que la ley sea sancionada y promulgada hasta que entre en vigencia, durante el cual el Gobierno porteño debería difundir las nuevas reglas de juego.
El fundamento principal de la norma es proteger de su condición de fumadores pasivos a los mozos y otros empleados que trabajan en los espacios para fumadores. Entre los otros detalles del proyecto, que apuntan también a cerrar más el cerco sobre los fumadores, figuran que se prohibiría la venta de cigarrillos en todas las oficinas públicas del Estado de la Ciudad. Además, se impondría a los quioscos y otros comercios que vendan tabaco la obligación de exhibir carteles que alerten sobre las consecuencias nocivas de fumar.
De ser sancionada, esta ley pondría a Buenos Aires en pie con otras ocho provincias en las que no se puede fumar en espacios cerrados de acceso público: Tucumán, Neuquén, Mendoza, Santiago del Estero, Córdoba, Santa Fe, Entre Ríos y San Juan. Además, hay varias ciudades que tienen ordenanzas similares, dictadas por sus Concejos Deliberantes.
Todavía está pendiente la aprobación de una ley nacional, que desde agosto último tiene media sanción del Senado y que pondría a la Argentina con un régimen único de control del tabaco.
Hasta la Legislatura ya llegaron objeciones de empresarios gastronómicos y hoteleros. Cuestionan una modificación de la ley tras un período tan corto de vigencia.
El legislador Helio Rebot (PRO) admitió que una posibilidad que se contempla es que el Estado indemnice a los dueños de bares o restoranes que construyeron espacios para fumadores, y ahora deberían desmantelarlos. Rebot redactó la ley 1799 junto a la hoy diputada nacional Paula Bertol y ahora impulsa endurecerla.
Aunque no hay registros oficiales de cuántos bares y restoranes cuentan con espacios para fumadores, Rebot dice que son sólo el 1%. “A los empresarios no les rinde hacer la inversión, porque la gente ya se acostumbró a no fumar en espacios cerrados. Hay restoranes llenos en sus espacios libre de humo y que tienen mesas libres en los lugares para fumadores, que se han vuelto antieconómicos”.
Su visión es relativizada por los empresarios. “No hay cifras, pero en la Ciudad existen 6.000 bares y restoranes y son muchos más de 60 los que tienen espacios para fumadores. Si se pierde plata, depende de la libertad del comerciante. Nosotros no opinamos del punto de vista sanitario del proyecto. Lo que lamentamos es que no nos hayan anticipado esto. La progresividad debe tener previsibilidad”, dijo Luis María Peña, vicepresidente de la Asociación de Hoteles, Restoranes, Confiterías y Cafés. Mariano Tarruella, directivo de la Asociación de Bares, afirmó: “La ley se cumple bien y pacíficamente. Nadie tiene problemas. No vemos que haya un reclamo social de modificarla. Y sí hay otras urgencias en este momento”.
Los empresarios plantearon dos alternativas si se sanciona la ley: que se indemnice a quienes construyeron lugares para fumadores o que se otorgue un período de transición de tres o cuatro años hasta tanto entre en vigencia la ley.
En el proyecto en cuestión, se prevé un período de sólo seis meses desde que la ley sea sancionada y promulgada hasta que entre en vigencia, durante el cual el Gobierno porteño debería difundir las nuevas reglas de juego.
El fundamento principal de la norma es proteger de su condición de fumadores pasivos a los mozos y otros empleados que trabajan en los espacios para fumadores. Entre los otros detalles del proyecto, que apuntan también a cerrar más el cerco sobre los fumadores, figuran que se prohibiría la venta de cigarrillos en todas las oficinas públicas del Estado de la Ciudad. Además, se impondría a los quioscos y otros comercios que vendan tabaco la obligación de exhibir carteles que alerten sobre las consecuencias nocivas de fumar.
De ser sancionada, esta ley pondría a Buenos Aires en pie con otras ocho provincias en las que no se puede fumar en espacios cerrados de acceso público: Tucumán, Neuquén, Mendoza, Santiago del Estero, Córdoba, Santa Fe, Entre Ríos y San Juan. Además, hay varias ciudades que tienen ordenanzas similares, dictadas por sus Concejos Deliberantes.
Todavía está pendiente la aprobación de una ley nacional, que desde agosto último tiene media sanción del Senado y que pondría a la Argentina con un régimen único de control del tabaco.
No hay comentarios:
Publicar un comentario